En el corazón de Colombia, donde la tierra late con el pulso de la vida, encontramos historias de lucha, resistencia y esperanza. Historias como la de Miguel Dávila, un hombre nacido y criado en el municipio de Pijiño del Carmen, en el sur del Magdalena, a quien muchos conocen como ‘Engalle’, que ha dedicado su vida a cultivar no solo la tierra, sino también un sueño: sacar adelante a su familia.
“Me dicen engalle cariñosamente porque en la vida hay muchas cosas que son difíciles, pero siempre logro salir adelante. Así le digo a todo lo que veo complejo, esto es mucho ‘engalle’”, expresó Miguel, a quien se le nota en sus manos lo duro del trabajo diario que realiza en su parcela.
Durante años, Miguel y miles de campesinos como él, han enfrentado grandes desafíos: pero más que eso, el abandono estatal y la desigualdad que existió por culpa de la politiquería tradicional del Magdalena. Sin embargo, una luz de esperanza comenzó a brillar desde la llegada de los gobiernos del Cambio que estructuró Carlos Caicedo, y que hoy continua Rafael Martínez, gobernador del Departamento.
‘Brigadas Agrarias’, un programado visionado en dignificarle la vida al campesinado del Magdalena, se convirtió en el arranque para 1.270 personas que fueron beneficiadas al recibir kits agrícolas y de riego; semillas; herramientas como motobombas y mangueras y, especies menores, cerdos, gallinas ponedoras y caprinos, además de dotación de maquinaria verde.